"Exhortar a la castidad constituye una incitación pública a ir en contra de la naturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, y toda impurificación de ésta al tacharla de 'impura' representa el verdadero pecado contra el espíritu santo de la vida."

Friedrich Nietzsche

miércoles, 2 de enero de 2008

Sacralidad y erotismo en el mundo antiguo: una primera panorámica

Mundo mediterráneo hacia el siglo I a. C.

Hola a todos nuevamente, les habla el GORRIÓN pys desde Buenos Aires. Quiero, antes que nada, desearles a todos un muy buen comienzo de año. Hoy les traigo un post que se estaba haciendo esperar, como aquél, que aún les debo sobre la seducción, que les había prometido en mis primeras entregas, pero que, al ocuparme de otros temas, aún no lo había podido desarrollar. Espero poder hacerlo en estos días. Bien, vayamos a lo nuestro, sin dilatarlo más.
El autor que tomo para este post es el gran psicólogo social y politólogo Luigi De Marchi, cuya obra, “Sexo y Civilización” produjo un gran impacto en el ámbito académico en el momento de darse a conocer. Este post, será, probablemente, queridos lectores, uno de los más recordados, por lo cual, he decidido dividir el material, también por entregas, para no agotar rápidamente, ni el libro de De Marchi, ni sus principales conceptos.
Siguiendo las líneas que hemos desarrollado en este blog, allá por septiembre u octubre del año pasado, De Marchi sostiene que, en el mundo, hay un antes y un después de la moral judeo-cristiana, esparcida por el mundo mediterráneo hacia el siglo III d. C. Él, va a llamar, a dichas sociedades emergentes: sexofóbicas. Los etnólogos, antropólogos e historiadores pueden dar cuenta de que han existido en el mundo antiguo pre-cristiano, pueblos y culturas donde la experiencia sexual es sentida y honrada como el bien supremo de la vida. De lo expuesto, queda claro entonces que la sexualidad es vivida de dos formas completamente distintas, según como el poder previo, la haya concebido. Si Adán y Eva serán condenados por Dios, por pecadores al tomar conciencia del poder de sus cuerpos, ocultándolos con hojas de vid, en la Grecia antigua, por ejemplo, Príapo (el hijo de Dionisos) será honrado por la increíble magnitud de su falo.
Volvamos a De Marchi, quien nos dice: “La tradición ética y el hábito de la civilización cristiana han condicionado hasta tal punto nuestra mentalidad que nos resulta difícil imaginar civilizaciones donde el acto sexual, más que esa cosa obscena y secreta que es entre nosotros, sea un rito religioso, que es exaltado, y a veces también celebrado, públicamente.
Pensemos en las siguientes divinidades y comparémoslas con el ideal expresado entre las mujeres emblemáticas de la tradición judía: Cibeles entre los frigios, Astarté entre los fenicios, Rea entre los cretenses. Ahora hagamos lo mismo con María, Raquel, Rebecca, y Sara. Muy bien. Si bien, en todas estas divinidades paganas y mujeres representativas, que aparecen en la Biblia se exaltan sus cualidades maternales (para la que fueron diseñadas) entre las primeras, a diferencia de lo que ocurre con las hebreas, su sensualidad es exaltada. Cibeles es un símbolo de la maternidad socorredora, pero al mismo tiempo, es del deseo y del goce sensual. Lo mismo puede decirse de Rea, y de Astarté; sin embargo, el segundo grupo de mujeres es “condenado”. La mujer es concebida como la gran culpable de los males del mundo. Oigamos lo que se relata en el génesis sobre dos mujeres que no participan adecuadamente de los preceptos morales de Moisés: “Judit y Basemat tienen, pues, en la Escritura la mala fama de ser puestas como ejemplo del tipo de mujer que el hijo de una familia que teme a Dios no puede recibir por esposa (…) Isaac y Rebecca estaban perpetuando las tradiciones de Abraham y Sara en su hogar. Vivían una vida quieta y piadosa. Ahora, ya en su ancianidad, aparecieron estas dos mujeres que no tenían el temor de Dios en su corazón. Tenían tendencias sensuales y paganas, lo que hoy llamaríamos mundanalidad, que chocaba con la piedad de los padres. Por ello, sus últimos años, los pasaron en amargura" (*). En el génesis a Raquel se le advierte que: “Con dolor dará a luz a sus hijos”. No debemos, tampoco olvidar que el propio Adán fue seducido por Eva, una mujer que lo arrastró a éste al pecado; es por esto que Dios, guardó para ella y para todas sus descendientes, una vida de dolor y subordinación al menos frágil de los seres humanos: el hombre.
De Marchi dice que “desde la egipcia Isis a la mesopotámica Ishtar, y a la misma Afrodita helénica, las sacerdotisas se unían ritualmente con los fieles de sexo masculino”. Ésto, ha sido interpretado por muchos antropólogos y demás estudiosos europeos, del pasado siglo XX, durante años como “prostitución ritual”; sin embargo, no se ha tenido en cuenta, dice De Marchi que, el ánimo festivo con que eran oficiados estos actos, lejos estaban de la atmósfera de vergüenza y de abyección que caracterizó a la prostitución de nuestra civilización occidental durante tantos siglos.
Más delante de Marchi nos relata de qué forma se realizaba el culto a la Venus Ericina entre los helenos, que toma éste, del historiador griego Estrabón:

Afrodita de Bouguerau

“Tuvo su centro de irradación en un gran templo, del cual todavía subsisten algunas ruinas, erigido, según la leyenda en la edad monoica (período previo al dominio heleno sobre la hélade) por el mismo Dédalo, para honrar la memoria a la bellísima Licusta. Las sacerdotisas del templo oficiaban llevando en la cabeza guirnaldas de mirto (la planta sagrada de Afrodita). El rito comenzaba cuando ellas entraban en el templo dirigiéndose a la estatua de a Afrodita, a los pies de la cual depositaban ánforas con leche y miel. Luego era encendido el fuego sobre el altar de la diosa y en él eran quemados gajos olorosos e incienso”.[1] Posteriormente iniciaban unas nenias (cantos realizados en forma dialogada) en donde entonaban fórmulas que eran respondidan por los fieles. Terminado el canto, se acercaban al altar con una cabrita blanca para sacrificarla.
“Terminada esta fase de la ceremonia, las sacerdotisas y las suplicantes se volvían a los fieles, que habían asistido al rito (…) y se arrodillaban todas, salvo la sacerdotisa sacrificante, que alzaba los brazos y soltaba algunas blancas palomas. Con aquella señal, comenzaba la orgía sexual.”[2]
Para participar de las grandes orgías primaverales y otoñales, que tenían carácter particularmente solemne, nos dice De Marchi, miles de peregrinos llegaban al templo desde tierras muy remotas, como las de Asia Menor y las costas jónicas.
La sexualidad entre estos pueblos del mediterráneo tenía un carácter misterioso, sagrado, y debemos entender que se apreciaba, principalmente, en un aspecto: como vehículo hacia la experiencia mística. Pensemos en el culto a Dionisos, que era celebrado con música, danza y alcohol, y cuyo sentido no era develado a los que no estuvieran iniciados en “sus misterios” ¿Sí, se entiende? También las Bacantes (séquito de mujeres que acompañaban a Dionisos) concluían sus rituales con una orgía sexual. Como bien apunta De Marchi, Dionisos era el dios del júbilo, del placer y de la vida; por lo tanto, era el dios enemigo de lo opuesto; es decir de la tristeza, del dolor y de la muerte. Dionisos, para Eurípides, era el que curaba todo el dolor del mundo. El que reanudaba el ciclo de la vida.
Más delante de Marchi nos dice: “Esta gran libertad, aún más, esta exaltación del amor expresada en las divinidades eróticas de la Hélade, no era de ninguna manera la expresión, ni el trámite de una sensualidad brutal, privada de matices y articulaciones estéticas. Los griegos han sabido también ser los más refinados cultores de la belleza. Los griegos, a pesar de esto, no pudieron desprenderse de todos los elementos propios de las sociedades patriarcales; tenían de aquella mentalidad, resabios fuertemente asimétricos en relación a los géneros (algo hemos dicho ya en el blog, aunque volveremos sobre ello). Las mujeres griegas no alcanzaron jamás el grado de libertad sexual del que sí gozaron las damas romanas en la época imperial: se le exigía, que se atuviera a su papel de dadora de vida: es decir, de madre; es por ésto, cree De Marchi, que entre ellos se haya presentado con mucha frecuencia entre las élites, la homosexualidad; sin embargo, ésto, no bastó para que en la mitología, o un plano religioso o artístico se llegase a percibir su “moda”; lo que predominará en la cultura helénica será la manifestación de la sexualidad libre como fenómeno profundamente milagroso y divino de la misma.
Entre los etruscos (civilización que antecedió a la romana), la libertad erótica fue aún más extrema que entre los griegos. A menudo olvidamos que los etruscos pueden ser interpretados como uno de los antecedentes más directos de nuestra civilización occidental, pues su cultura fue absorbida por la romana.
Este pueblo reconocía a la mujer una posición moral bastante superior a la que le asignaron los griegos y los romanos; y ni que hablar de la que tenía en Oriente, donde la misma era poco menos que flagelada con el primer objeto que se tuviera a mano.




Sarcófago de esposos etruscos


De lo poco que sabemos, de esta civilización, podemos señalar que: su libertad erótica estaba determinada por una armonía y comunión con la naturaleza, en donde la interpenetración de los hombres con la naturaleza hacia surgir una concepción simétrica y hedonista de todos los seres que habitaban el mundo. Para los etruscos, hombres y mujeres vivían en un plano de comunicación panteísta, donde se cumplían, de ordinario, ese tipo de ritualidad señalada para los cultos helenos.

Nota: Fuentes y material utilizado:

1º) http://www.adorador.com/

2º) De Marchi, Luigi; Sexo y civilización

(*) http://www.adorador.com/

[1] De Marchi, Luigi; Sexo y civilización
[2] Idem 1

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Puse un link a tu web en mi blogroll.

Anónimo dijo...

Que triste que habiendo pasado tantos siglo, la mujerse siga encontrando en un plano de desigualdad con respecto a los hombres.
Aún hoy una mujer y un hombre que actúan de manera similar en cuanto al sexo son vistos desde diferentes ópticas.
Parece que no, pero muchas veces seguimos "demonizando" al sexo.
Lo que más lástima me provoca es que nosotras mismas nos "tiramos a matar"
En fin.. todo interesantísimo.

The Shadow dijo...

Hola Coscorrones e I.v. Este blog está pensado como una serie de posts, donde los temas se desarrollan de forma encadenada, y donde la gente puede opinar y participar para la realización del mismo. De más está decir que se aceptan sugerencias, y cualquier tipo de opinión, que me ayude a conbstruirlo ¿Sí? Me interesa particularmente difundir determinada bibliografía, y que la misma pueda incentivar a los lectores a acercarse a algunos textos, que no son muy conocidos, y que creo vale la pena leerlos.
La intención final, que me incentiva a seguir escribiendo, es que este blog se transforme en una guía de consulta para los interesados, y que, a partir de lo que aquí, modestamente, se proponga, pueda accederse a los textos originales.

Dejo siempre abierta la posibilidad de ir accediendo al material ya posteado.

Un gran abrazo a ambas.

Anónimo dijo...

Me parece bárbara tu idea del blog, tu propuesta, tu invitación a saber un poco más y la mirada que propones. Buenísimo de verdad.
Ahora me gustaría si nos informas de tu propuesta porque lo hacés en general (estube mirando algunos comentarios anteriores y no vi ésta modalidad tuya)o por algo en particular ????
Si soy muy perseguida, sabe disculparme, creo que entendés a que me refiero.
En cuanto a mí, me gusta tu blog y lo voy a seguir leyendo indistintamente de lo que respondas.
Un beso

The Shadow dijo...

I.V. Lo anteriormente manifestado lo he dicho desde el primer post, si mal no recuerdo. Podés leerlo sin problemas, y por favor, no te persigas...(y francamente, no entiendo por qué deberías). Lo que sucede es que para algunos lectores (que ya son habituales seguidores, más o menos regulares del blog) eso no es necesario aclararlo.

Nada más.

Un abrazo. GORRIÓN pys

Claude dijo...

No entiendo la descripción que hacer el autor del sexo entre nosotros como algo “secreto y obsceno”.
El estrellato y la espectacularidad—cuando no la popularidad permanente—suelen estar ligados a la exhibición sexual: Wanda Nara tiene su video porno, Paris Hilton tiene su video porno, Claudia Fernández participa de bailando por un sueño y deja en claro que tiene muy buen sexo anal con su novio, Moria Casán dice que deja a sus parejas cuando se convierten en “morios” o “lesbianos”, aburriéndola porque la penetran menos, y un largo etcétera.
Todas estas cosas están ligadas a una idea positiva del sexo explícito, su difusión, su confesión o su exhibición.

Inocencia prohibida dijo...

Hola gorrión

Bueno, decirte que me gusta tu blog. Es bastante educativo. En cuanto a este post...bueno, a lo largo de la historia, incluido hoy bueno cuando una mujer hace lo que le da la gana pues estaba bastante prejuzgada y en cuestión de sexo muchísimo más.

Pero de eso tenemos la culpa tanto las mujeres como los hombres...yo por mi parte seguiré haciendo lo que me dé la gana y más en el ámbito sexua...¡con todo lo que disfruto! jajaja. Espero que algún día todos indistintamente de nuestro sexo,clase social y raza podamos disfrutar de los placeres del sexo sin necesidad de compromisos y sin reglas sociales

Un beso grande

Inocencia prohibida

Anónimo dijo...

que bueno lo que aportas

The Shadow dijo...

Hola Claude: Bueno, quizás debí aclarar que, el texto de De Marchi, es de principio de los sesenta. Yo (me hago cargo), en este blog, desde uno de mis primeros post, señalo que, a partir de los sesenta, ha habido un cambio notable en la cultura (en el post que llamé: A la búsqueda del cuerpo perdido: primera parte). La liberalidad de los audiovisual que hoy en día se observa (y que muchas veces, para algunos es lindante con el más degradado "mal gusto": grosero y vulgar) es algo muy reciente en nuestra cultura (posmoderna: lo voy a intentar trabajar, más adelante; intentando ser lo más objetivo que me sea posible).
Parte de lo que aquí intento hacer en este blog, es mostrar que no siempre ha sido así; la sexualidad fue y es vivida de maneras muy distintas. Estamos, igualmente, muy lejos de concebir a la sexualidad como algo sagrado, como lo entendieron etruscos y griegos; sino más bien como algo bestial y animal.
Otro aspecto que está relacionado con los juicios moralizantes sobre la sexualidad, es señalar que el poder está presente en esas valoraciones; tanto sea a favor como en contra.
Hoy en día, y desde hace unos cuantos años ya, las mujeres no sólo tienen más poder como para acceder a ámbitos públicos, a las universidades, al mercado laboral; etc. ; sino que además, las mismas ha desarrollado tal conciencia del poder que encierra su cuerpo y su sexualidad que, algunas de ellas lo utilizan con fines puramente especulativos. Así como existen los acosadores sexuales, también existen mujeres que usan sus senos (por no decir otra cosa) para lograr más poder dentro de una empresa, o para mejorar su posición social. Yo no estoy a favor de ninguna de los dos recursos ¿sí, Claude?. A mí me gustaría que la sexualidad se diera en un terreno de mayor ingenuidad si se quiere, donde lo único que la guiara fuera el deseo y el respeto mutuo: hacia sus libertades y a sus roles previamente concebidos por los involucrados; pero esas cosas no dependen de mí. Las cosas son como son y no como a uno le gustaría, muchas veces que fueran.
Claude, yo estoy más o menos de acuerdo con vos, según lo que creo entendí, de lo que dijiste. A mí también me causa un poco de risa Wanda, Moria, y Paris; pero son juicios de valores personales; y por lo tanto, no son importantes para el estado de cosas que aquí se describe, intentando hacer un recorrido histórico por la sexualidad. Creo también que, en algún momento, las cosas se reacomodarán un poco mejor para que en los medios (como en la televisión, por ejemplo) no sea tan anárquico y "de mal gusto" lo expuesto. Cuando la trasgresión ya no hace tanta gracia, se recupera de a poco la cordura.

Bueno... Un saludo y buen comienzo de año.

The Shadow dijo...

Gracias a todos. Bienvenidas sean Inocencia y Morella. Los demás post, ya publicados, también están disponibles para leerlos y comentar. Los temas no se agotan nunca, ya que uno nunca deja de pensar, y siempre se puede volver sobre lo dicho.

Inocencia: Siempre, pero siempre, debés hacer lo que quieras y sientas. Ojalá más mujeres (y varones también) pensaran como vos.

Morella: Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Yo creo (y alguna vez me parece que lo dije en el blog) que en realidad no ha cambiado nada.
Que lo que sucede es que los medios y la modernidad han democratizado la cosa, que antes estaba únicamente accesible pera los ricos, y encima sin tecnología, solo con mármol u óleos.
Lo que quiero decir es que el acceso a la imagen se democratizó, y que la tecnología además ayudó a ampliar el horizonte.
Pero si observamos los frescos de las ruinas de Pompeya (por poner un ejemplo, nada más) advertimos que no ha cambiado nada.

Claude dijo...

Bueno, para ser franco, cualquiera que conozca mínimamente a sus mayores están en condiciones de adivinar que más allá de las convenciones de las épocas y la idea de lo público en cada tiempo, el ser humano siempre fue bastante fiestero.

Anónimo dijo...

De Marchi es un groso.

A pesar que su libro es de los '60 (hippismo, liberación sexual, anticonceptivos) el sexo sigue siendo algo obsceno y secreto. Por eso existe la pornografía impresa y digital. Por eso se difunden los videos secretos de gente conocida. Por eso los culos venden gaseosas o cigarrillos. Lo que vivimos hoy en día es una mayor aceptación de la desnudez pero no se vive el sexo de la manera en que se vivía en sociedades precristianas. Así es como se siente el condicionamiento del que habla De Marchi.

Gorrión, el giro que el monoteísmo propone al colocar a la mujer como el centro de los males, ¿tiene que ver con el salto que dieron las sociedades hacia un modelo patriarcal?

No sabía del panteísmo etrusco. Ahora me simpatizan más.

The Shadow dijo...

Hola Cebolla: Tiene que ver con un modelo de poder que ha prevalecido en las sociedades, tanto sean las orientales como las occidentales; y tiene que ver con un lugar que la historia ha considerado útil y apropiado para la mujer. Pero también es cierto que, en ninguna sociedad de la que se tengan datos sólidos y reales, las mujeres no hayan ocupado otro lugar que no sea el hogar. El poder en todas las sociedades del pasado, la han tenido los hombre. ¿Sí? El matriarcado es un mito. Los hombres siempre han tenido la manija.
Pero una cosa es el poder político, otra cosa es el rol social; otra cosa es la sociedad de alta complejidad en la que vivimos, con un alto grado de desarrollo científico, que nos permite afirmar que no hay nada de índole natural que, a la mujer no le permita hacer lo que quiera, inclusive, llevar a ser una jefa de Estado (y digo ésto, mientras maldigo a Cristina, que no me gusta ni un poco).

Saludos.

GORRIÓN pys

Anónimo dijo...

Gorrión, me llama la atención que afirmes que el matriarcado es un mito. ¿No hay -aún hoy en día- ciertas tribus dirigidas por mujeres? ¿No hubo -en algún momento- un giro hacia cultos solares, abandonando antiguas religiones lunares relacionadas con la fertilidad?

A mí me pegó "El origen del matrimonio", de Engels, donde habla de la lucha de los sexos y que en algún momento en esta lucha las mujeres perdieron la propiedad de los medios de producción.

Y yo tampoco creo que con Crishtina haya un regreso al matriarcado. Ella es una mujer bastante masculina, casi un macho más por el ambiente en el que se mueve. Esto es más de lo mismo.