"Exhortar a la castidad constituye una incitación pública a ir en contra de la naturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, y toda impurificación de ésta al tacharla de 'impura' representa el verdadero pecado contra el espíritu santo de la vida."

Friedrich Nietzsche

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Hacia un concepto de la posmodernidad: Primera Parte

Goya- El sueño de la razón produce monstruos


Hola a todos, les habla nuevamente el GORRIÓN. Gracias a todos, por no perderme el rastro, o la pisada. En este post quiero dar una definición del término posmodernidad que aparece, a menudo, en los artículos periodísticos que solemos leer, en los programas culturales de la televisión y de la radio, en internet, etc. Para mí, este término es problemático, ya que sospecho que no logra describir en su totalidad, a la sociedad de alta complejidad en la cual vivimos, pero a la vez es importante, ya que describe un estado de cosas en relación al poder y a la sexualidad en la cultura occidental. Hay entre los filósofos y demás intelectuales cierto consenso para declarar que ha existido, sin duda, algo así como una mentalidad moderna. Pero, qué es eso de la Modernidad, y cuándo nace, y cuándo muere. Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra modernidad, remite a: actualidad, renovación, con vigencia”, etc. Lo curioso es que, la mayoría de algunos autores (Jacques Derrida, Jean –François Lyotard, Gilles Lipovetsky, Gianni Vattimo, Esther Díaz, etc.) para referirse a “nuestra actualidad”, ya no lo hacen con esa expresión, sino con esta otra: posmodernidad.



Lo que históricamente se conoce como Edad Moderna comienza en el siglo XV, con el Renacimiento (del cual hemos hablado algo ya en el blog), los descubrimientos geográficos (visto desde la perspectiva europea), la expansión de la rutas comerciales, los descubrimientos científicos, que posibilitarán la institucionalización del saber hacia el siglo XVII. Sin embargo, el concepto de modernidad para los filósofos antes citados, tiene un sentido más amplio, o si se quiere más extenso en el tiempo; pues también habría que ubicar en él, a los tiempos contemporáneos, posteriores a la Revoluciones francesa y norteamericana, que le habrían dado, a la modernidad, un sesgo aún más agudo del que adquirieran en un principio. Es así, como acontecimientos como la Reforma Religiosa, la Revolución Industrial, la Revolución francesa, el surgimiento de la burguesía, la constitución de la familia nuclear, la intelectualidad secular, y los procesos políticos independentistas del siglo XIX, las Guerras Mundiales, etc. conformarían una misma amalgama (una misma raíz) de fenómenos culturales, que tendrían como matriz original la cosmovisión moderna.
Para muchos, la mentalidad moderna, no es otra cosa que la continuidad o la reelaboración, de unos cuantos principios, claros, y lineales que podrían agruparse en estas ideas:

1º) Determinismo.
2º) Progreso.
3º) Verdad.
4º) Ahorro.
5º) Unidad.
6º) Mañana mejor.
7º) Fe en la ilustración y el conocimiento.

Por el contrario, desde hace un tiempo, digamos unos treinta años hacia aquí, el nuevo discurso, el de la posmodernidad estaría dando cuenta de un cambio en el paradigma cultural; no obstante, la modernidad, parece que es muy difícil de vencer, dado que tiene muchos más amigos de los que muchos quisieran, y casi siempre se vuelve hacia ella. Así como dijimos que, durante la Edad Media, en muchas regiones se intentaba rescatar al Imperio Romano y a sus valores, en la actualidad, los pensadores de estos tiempos, tienden a ir una y otra vez sobre la modernidad, para salvaguardar el legado de la misma. Han sido muy fuertes las improntas dejadas por Descartes, Leibnitz, Spinoza, Hume, Locke, Kant, Galileo Galilei, Copernico, Kepler, Newton, Hegel, etc.
Bien, me preguntarán: ¿Cuáles serán GORRIÓN, los términos que dominen en la época denominada posmodernidad? Si bien, no hay un consenso absoluto, Esther Díaz propone los siguientes seis, el séptima lo añado yo:

1º) Deconstrucción.
2º) Alternativas.
3º) Perspectivas.
4º) Descentralización.
5º) Disolución
6º) Indeterminación.
7º) Falta de fe en la ilustración y el progreso.


En la actualidad (en la posmodernidad, comencemos a usar la palabrita) hay una pérdida de fe en
el progreso, en las ideologías duras como el comunismo; pero también hay una revalorización de la sensualidad, que no ocurría, por ejemplo durante la modernidad. Y este es un punto clave, a mí entender, para explicar esto que venimos señalando en el blog sobre el descubrimiento del cuerpo humano (lo voy a desarrollar en un próximo post).
Quizás sepan, que después del período clásico griego, y durante el período de crisis del Imperio Romano, antes de dividirse en Oriental y Occidental, surgieron filosofías denominadas de “salvación” (conocido como período eudemológico), donde proliferaron las cosmovisiones filosóficas que pretendían volver imperturbable al hombre de lo que ocurriera a su alrededor. Nacieron así, el estoicismo, el epicureísmo, los cirenaicos y los cínicos. Estas filosofías de salvación, proponían diferentes "medicinas" para paliar los males de sus sociedades. Bueno, a mí entender, algo así ocurre en los tiempos actuales (posmodernos). Pocos leen los diarios, pocos se preocupan por el futuro, muchos son los que hablan de fatalidades inminentes, etc; sin embargo, como decía Rimbaud, el mundo marcha, y las personas se acomodan a la nuevas realidades.
Para muchos autores, la Modernidad se habría agotado al promediar el siglo XX, y lo que subsiste de la misma, no sería otra cosa que un desesperado intento por impedir que se extingan esos ideales.


Sensualidad posmoderna


En su libro, Posmodernidad, Esther Díaz, divide el contenido conceptual en varios capítulos: Posestética, Posciencia, Posética, Posfilosofía y Postsexualidad. Con respecto a lo que esta autora llama posestética, la autora dice que “el arte posmoderno deconstruye la estética de la expresión. Pero se pretende no totalizante, aunque expresivo”. Es la estética del bricolage, de la realidad virtual, de la combinación de múltiples discursos en un objeto de arte. Las películas Brazil de Terry Gillian, o Por siempre Batman, son dos buenos ejemplos del arte cinematográfico posmoderno. La posmodernidad tiende a remezclar lo anteriormente concebido. En la posmodernidad ya no hay tiempos para la elaboración prolongada, todo debe ser instantáneo, incluso el mismo placer, que no debe dilatarse, sino por el contrario debe contrarse, extinguirse, apagarse y renovarse en el breve lapso. Las imágenes desplazan poco a poco a la lógica discursiva (las imágenes hablan más que las palabras), y los sujetos se pierden… se pierden entre los puntos suspensivos y la irrupción de nuevos sonidos, que aparecen desde lejos, clamando por nuestra atención. La posmodernidad es muy fuerte en subrayar los contrastes, y la sobrecarga barroca.
Nada más por hoy. Un abrazo a todos.
NOTA: Bibliografía utilizada
Díaz, Esther; Posmodernidad

viernes, 21 de diciembre de 2007

Cuarta aproximación a la naturaleza del poder: Explorando un poco las sociedades segmentarias

Hopis

“Algún día, las sociedades estarán gobernadas por verdaderos sabios filántropos, por personas que sepan guiar a las sociedades a ser más libres y responsables; pero aún falta mucho para que ese día llegue”

Hola a todos, les habla nuevamente el GORRIÓN. Les pido disculpas en primer lugar, a todos, por mi prolongada ausencia de un par de días, en los que debí (y aún debo) ocuparme de cuestiones personales que tenía (y aún tengo) pendientes; pero bueno, de a poco se están solucionando. Les debía un post sobre las sociedades segmentarias, y finalmente tuve el tiempo y la inspiración para dedicarme unos minutos al blog que lo tenía bastante descuidado, y desarrollar el tema.
Hemos repetido en este blog, un par de veces ya, que en las sociedades segmentarias el poder se haya siempre presente, no hay ninguna sociedad donde las normas sean respetadas automáticamente, y el poder surge aquí, con la función e intención de defenderla de sus debilidades. El poder político es inherente a toda sociedad, éste la “defiende” contra sus imperfecciones (al menos eso es lo que “científicamente” se sostiene del mismo); y el poder se da como una necesidad de luchar frente a la entropía que amenaza al desorden. Todos los mecanismos que contribuyen a asegurar la coerción interna de un grupo son apoyados con rituales, ceremonias y procedimientos que aseguran la renovación periódica de la sociedad. Las grandes dictaduras de los tiempos contemporáneos, también se han manejado con escenografías espectaculares. Piensen en la "Marcha sobre Roma" llevada a cabo por Mussolini, los desfiles nazis, las multitudinarias concentraciones de la época dorada del peronismo en la Argentina, las manifestaciones gigantescas que aún se despliega en los países comunistas como en Corea del Norte, etc
La idea de esto último es la de actuar frente a las fuerzas negativas que invaden las mentalidades de estas sociedades, y que se constata a través de su experiencia, pues la vulnerabilidad está tan presente, es tan común esa sensación, que el tema fundamental para estas sociedades es mantener la continuidad de la vida (y del orden dado), a través de algún tipo de ceremonia ritual. Toda conducta religiosa, en última instancia, tiene como finalidad mantener la continuidad de las cosas, preservar lo instituido (y lo institucionalizado, desde ya). Las cosas deben seguir funcionando, ¿no? Una cosa, cuando no tiene un fundamento científico, tiene un efecto de aterrorizamiento que debe ser compensado con alguna especie de ritual (como una cábala, por ejemplo), que está arraigada profundamente en las mentalidades de esas sociedades, en sus creencias, y en sus valores. El carácter sagrado de las tradiciones está presente en todas las sociedades; pero algunas tienen aperturas mentales mejor adaptadas a las innovaciones y a los cambios.
Como máxima podríamos decir lo siguiente: “dime lo que piensas, lo que crees como sociedad, y te diré qué tipo de sociedad eres”. Las sociedades enemigas del dinero no pueden aspirar a vivir en los lujos, que se permiten aquellas que sí, han aceptado transitar por ese camino. Si la sociedad valora, por ejemplo, el poder militar, es probable que la misma tenga tendencia a realizar incursiones bélicas; si la sociedad, por ejemplo, valora en alto grado, la compasión por los desgraciados, esa sociedad tendrá mucho de miserable y de resignada, pues no existe nada tan contagioso y raudamente expandible como la miseria. Los estudios antropológicos les permiten, a los historiadores, entender la mentalidad de una sociedad dada. Cuando en una sociedad está profundamente arraigada la idea de que, “el dinero no se hace trabajando”, pues será muy fácil encontrar en ella, muchos delincuentes, muchos “vivos”, muchos “astutos”, que quieran vivir a expensas de los otros. La responsabilidad individual y social es un salto gigantesco hacia la libertad individual y social. La libertad le costó a Europa, muchísimos siglos de monopolios, de clientelismo político, de relaciones feudales, de despotismo, de esclavitud, etc. Si una sociedad aspira a ser libre, pues deberá educar a sus ciudadanos en la idea de responsabilidad civil e individual. ¡Vaya tarea, ¿no?
Los conocimientos que, en las sociedades primitivas, las clases cultas o las élites han adquirido, deben usarse en función de los intereses del grupo que logró el control (que logró el poder). El conocimiento se pone al servicio de las clases ilustradas, siempre y cuando se den una serie de circunstancias propicias para ello, pues no es posible, muchas veces lograr encontrar en las sociedades a los grupos ilustrados entorno al poder; por otro lado, es posible también no encontrar elites intelectualmente preparadas para gobernar. ¿Ustedes creen que la Argentina las tiene o no?
Vayamos a las sociedades segmentarias. En estas sociedades el peligro externo también está ahí. Hay que resguardarse de los peligros externos, ¿cómo Gorrión? –Me preguntarán. Estableciendo alianzas, o yendo a la guerra (ya hemos hablado de ello).
Voy a tomar como ejemplos, para este post a los Tiv de Nigeria, cuyo número de personas llegaba a los cientos de miles.
Deseo retomar la idea de oposición complementaria: a nivel de las cabezas de la organización dual no existe un líder político tal como hoy lo concebimos, pero sí existen individuos representativos. Tienen un aspecto difuso o mínimo, si prefieren; pero lo principal es entender que su poder es real, pero no es represivo, ya que no tiene la fuerza institucionalizada (como la policía o el ejército) para ejercer tan atribución. La sociedad no se desmadra nunca, pues todos siguen la poderosa fuerza que allí tienen las costumbres (lo consuetudinario). La condena moral de la sociedad es un escarmiento suficiente para frenar muchos de los “desvíos” de los miembros de la sociedad.
Control y manejo del conflicto. Es uno de los factores de disociación de la sociedad. Estrategias para controlar el conflicto. A nivel de las sociedades segmentarias la oposición complementaria permite frenar el conflicto. Si tengo problemas con A, me iré con B, ya que propone una estrategia más adecuada para mis intereses o mi visión del conflicto. Se van integrando los segmentos a partir de esas unidades. Hay que pensar a estas sociedades como dos mitades, que son a la vez, aliadas y antagónicas. Son las formas de canalizar el manejo del conflicto.
Complementaria y oponente. Permite el control y el manejo del conflicto. Es uno de los factores de disgregación de toda sociedad. A los individuos representativos tienen la posibilidad de frenar el conflicto. En la Argentina, el general Perón fue convocado por el mismo gobierno militar que lo proscribía para frenar el conflicto social interno del que, en gran medida (por no decir toda su magnitud), él era el culpable de auspiciar, pues alentó a los grupos armados para desestabilizar al gobierno militar, para posteriormente darle la espalda ante el pase de factura que éstos le hicieran posteriormente.
El conflicto dejado de lado no se puede detener. Si no tenemos forma de canalizar el conflicto a nivel de la institucionalización, se desmadra todo, y el mismo se vuelve incontrolable. En Esparta, por ejemplo existían dos reyes, cuyo fin no era otro que el de controlar el conflicto interno. ¿Qué otros ejemplos se les ocurren a ustedes?

Al final de todo proceso político los mitos se transforman en formas de legitimación del poder.


Llevémoslo al caso antes planteado, que nos es más tangible y cercano en nuestra historia inmediata. La idea del “peronismo sin Perón”, que esgrimiera el líder sindical Vandor tuvo corta vida, ya que las fuerzas políticas cercanas a Perón le exigieron a éste, utilizar tácticas desestabilizadoras de la estructura social que imponía el régimen conocido como onganiato. El peso del mito entorno a la figura de Perón comenzó a agigantarse, hasta convertirse prácticamente en una figura mesiánica. A principio de los setenta, la figura de Perón, se convirtió en la "esperanza" tan deseada por millones de personas que, pensaban que traería la paz social tan esperada, y el bienestar económico y social. El juego político de Perón, visto desde su perspectiva fue maestro; sin embargo, el costo social de esa aventura política personal, le trajo al país un enfrentamiento de su sociedad civil.
A nivel económico, también deberíamos tener en cuenta lo siguiente: cuando la sociedad alcanza una cierta jerarquización interna, ésto se suma a lo preexistente. Si yo tengo una sociedad redistributiva, esto se suma a la reciprocidad persistente, propia de las sociedades segmentarias. Si en la sociedad predomina el intercambio, esto se suma a la reciprocidad, y a la redistribución. A grandes rasgos, podríamos decir que los términos económicos son de tres tipos:

1º) La Reciprocidad: se da a nivel de las sociedades segmentarias.
2º) La Redistribución: se da a nivel de las tribus complejas y jefaturas simples.
3º) El Intercambio: se da a nivel de las Jefaturas complejas o fuertemente jerarquizadas, y a nivel del Estado de tipo moderno.
Estos términos económicos se dan también a nivel de las conductas sociales en general; pues lo económico no es más que un aspecto de las relaciones sociales. La reciprocidad se da más bien, en la actualidad, en un ámbito muy primario, como en la familia nuclear, o en un círculo de amigos muy íntimos. La redistribución se da al nivel de la empresa comercial hacia adentro de la misma, o en los gremios o sindicatos, por ejemplo; también en muchas jefaturas verticalistas, donde el "Estado" interviene decididamente en todo el circuito de la economía. El intercambio se da al nivel de las empresas, y de los países socios por acuerdos comerciales, etc. A lo que voy con ésto, es que, estos términos exceden el marco estrictamente de la economía, pues invaden el conjunto del quehacer de los grupos humanos. Ésto último que acabamos de exponer, no hace más que prefigurar la mentalidad dominante de una sociedad.
Aunque, en las sociedades segmentarias, no haya una redistribución que sea dominante, pues lo que prima en ella es la reciprocidad que se da a nivel del parentesco, cierta desigualdad arbitraria surge como manifestación de la presencia del poder.
Las sociedades llamadas segmentarias no son, ni mucho menos, igualitarias, ni carentes de alguna forma de relaciones de preeminencia.
Los clanes y los linajes no son todos equivalentes; los primeros pueden diferenciarse, ordenarse, y los segundos pueden conferir unos derechos desiguales según las necesidades o las creencias colectivas.
Niña Tiv

El caso de los TIV de Nigeria, muestra como los linajes se disponen territorialmente dentro del espacio geográfico en el que viven (Tar). En el seno del sistema se sitúan:
- Los hombres “prominentes” (que deben su crédito a su ubicación dentro del linaje)
- Los hombres “con prestigio” ostentan una posición poderosa” por motivaciones de orden económica. Compiten con otros hombres prominentes, para ocupar el cargo de “dueño del mercado” (es decir, la capacidad para generar la cesión de excedentes dentro de su sociedad, y para lograr el control de los intercambios fuera de la sociedad. Según Balandier, la competencia para lograr el cargo de “jefe del mercado” no es más que una forma de lucha polítca.
- Guías políticos, no ostentan ningún cargo permanente, pues no es ningún oficio, como tampoco lo es en los otros casos; pero son requeridos en caso de conflictos externos (con tribus rivales). Son una forma muy rudimentaria de embajadores, de negociadores.
Lo interesante de los TIV, es que no tienen ninguna palabra para designar el campo político, la acción política se realiza a través del parentesco a los linajes.
En esta sociedad, como en otras que veremos, la imposibilidad de manifestar desacuerdos es nula; pues no existe, ya lo he manifestado ninguna posibilidad de individuación de ningún tipo. El libre pensamiento es una conquista muy reciente en la historia de la humanidad.
Bueno, por hoy dejémoslo aquí, ¿sí? Hay muchos elementos aquí para pensar. Espero que les haya gustado.
Un abrazo a todos.

Nota: bibliografía utilizada:

-Balandier, Georges; Antropología política
-Lewellwen, C; Introducción a la antropología política.
-Sahlins, Marshall; Economía de la Edad de Piedra

miércoles, 5 de diciembre de 2007

A la búsqueda del cuerpo perdido: Parte III - Una aproximación al ideal renacentista



Hola a todos, les habla el GORRIÓN pys, nuevamente. Les propongo hoy iniciar una serie para que nos acerquemos un poco, a la idealización del cuerpo humano durante distintos períodos históricos. Me parece interesante comenzar con el Renacimiento, ya que es uno de los períodos históricos culturalmente más importante de la historia de occidente. Generalmente se acepta que el concepto de “Renacimiento”, tiene su punto de partida para el estudio de la historia, en los filósofos e intelectuales franceses ilustrados del siglo XVIII, pues ellos advirtieron que, en el período que da comienzos a la Edad Moderna, es el punto de partida de la “razón y el progreso”. El historiador Michelet, si mal no recuerdo, decía que el Renacimiento significó “el descubrimiento del mundo y del hombre”. En este período histórico se consolida el sistema comercial capitalista, se crean los ejércitos nacionales, y proliferan los escritores y teóricos del Estado Moderno, entre ellos: Nicolás Maquiavello, y Jean Bodin. Es la época de los descubrimientos geográficos para ampliar las rutas comerciales. En el campo de las artes, lo hemos mencionado ya en este blog, se retoman tanto los temas como las formas que predominaron en la cultura clásica greco-romana. Tanto en Italia, como en los la región de Flandes, se van a dar procesos políticos similares: se constituirán ciudades-Estados, entre ellas: Milán, Venecia, Roma, Nápoles, Florencia, Brujas, Gante y Lille (¿no les suena parecido a las polis griegas?). Estas dos regiones de Europa, en particular, serán las que lleven la vanguardia del movimiento artístico y cultural que se ha denominado Renacimiento; uno de los períodos históricos más extraordinarios en relación al impulso y al desarrollo de las capacidades creativas de los hombres. Durante la Edad Media el cuerpo humano había sido algo así como la envoltura efímera y pasajera del alma inmortal que esperaba su llegada al otro mundo, al verdadero, según la concepción cristiana. El terreno de la sensualidad estaba vedado a la inmensa mayoría de la población; sólo dentro del espacio de los círculos feudales cortesanos, se pudo desarrollar una ideología orientada al goce sensual: el amor cortés. El culto del amor romántico de los trovadores, por ejemplo, que muchas veces se enaltece en ciertos discursos dentro del ámbito de las letras, no era en rigor, otra cosa que una triste perversión, un canto de amor sublimado a un objeto de amor inalcanzable. Los preceptos de las “cortes de amor” giraban, sin duda, sobre el alma inmortal, pero, sobre todo, el cuerpo amoroso; a este hecho lo podríamos contar como el primer indicio o el germen, del refinamiento del placer en Occidente.
Pero, el Renacimiento, fue mucho más de lo que anteriormente mencionábamos, ya que intentó desprenderse del saber escolástico (ya hablaré de él, en un próximo post), y dio origen a los primeros intentos de experimentación científica (Vesalio y Copérnico, por ejemplo, son alguno de los representantes más ilustres del período); sin embargo, aún será muy fuerte el poder de la Iglesia en las Universidades como para avanzar un poco más allá, y tendremos que esperar a fines del siglo XVI, para que aparezcan los Francis Bacon y Galileo.
El autor que he tomado para el presente post es el historiador Eduard Fuchs, y su obra se denomina “Historia ilustrada de la moral sexual”. Fuchs, nos dice “Toda época crea su propia ideología y crea sus representaciones del cuerpo humano (…) Se establecen leyes de belleza, y mediante ellas se construye un tipo que se eleva al ideal”
Bien, me preguntarán ustedes: ¿Cuál o cuáles eran esos ideales o tipos que se elevaban al concepto de ideal?
Como dijimos, el Renacimiento redescubrió al hombre, y partió del mismo para entenderlo como fenómeno físico, pues no debemos olvidar que para la Edad Media, el cuerpo humano, no era nada más que alimento para los gusanos y las lombrices. Los renacentistas harán un giro radical de esta lamentable concepción. El hombre ya no será más un instrumento del alma supraterrena, sino la herramienta de la vida mundana, y en consecuencia del goce mundano, nos dice Fuchs.





Jan Sanders Hemessen, Judith, 1540


Los Renacentistas expresarán su ideal físico hacia la sexualidad heroica, por eso los modelos que los inspirarán serán Hércules y Apolo. El modelo de belleza masculina debía reunir los atributos de este héroe y este dios pagano. El rostro de los hombres debía mostrar rasgos enérgicos, pues la fuerza y la energía eran propios del hombre… del hombre recién descubierto. La nariz aguileña, nos dice Fuchs, también será enaltecida en pinturas y esculturas, pues se creía que la misma era indicio de esa energía hercúlea.
Fuchs, en la obra que seguimos, refiere a un texto publicado en el siglo XVI, en Francfort, de J.B. Portas, donde se describe la apariencia física del hombre en estos términos. El nombre de dicho texto, posee un título un tanto sugestivo: Fisionomía



Rubens. Venus y Adonis


Son los hombres por naturaleza de cuerpo grande, tienen ancho el rostro, las cejas generalmente arqueadas o curvas, ojos grandes, mentón en forma rectangular, cuello grueso, cor arterias sobresalientes, hombros y costillas fuertes, pechos amplios, abdómenes cóncavos, muslos y brazos arteriados, proporcionados y fuertes, canillas venosas, articulaciones venosas, manos grandes, bien formadas y con arterias sobresalientes, espaldas fuertes con las costillas marcadas, carne dura y seca, paso lento, y voz bronca y fuerte”



En la mujer gustarán las formas voluminosas, que resalten la gracia y la elegancia. Sus modelos inspiradores serán Venus y Juno (Afrodita y Hera, para los griegos). La alta estatura, el enorme busto, las anchas caderas, muslos vigorosos y la cintura rellena.
La belleza masculina debe irradiar fuerza y energía; mientras que la femenina debe estar dotada para la vocación maternal. En ninguna época, como en aquélla, el busto femenino fue considerado un objeto de adoración en sí mismo. El sentido de esta adoración por la exuberancia, es el de oponerse a las formas enjutas y raquíticas que habían dominado en la Edad Media, donde eran frecuente las caderas estrechas y los miembros delgados.
El culto al busto representa el más alto encanto femenino. No existe ningún idioma, en dicho período en donde no haya canciones en alabanza a éste.
Pero no vayan a creer que, en esta época, es todo meramente sensual; el Renacimiento representa el triunfo de una clase social en ascenso, la burguesía, y por esto mismo, dice Fuhs, no conoció ni la mojigatería ni la timidez, propia de las estructuras sociales tradicionales. En las ciudades, las modas no generaron un comportamiento grotesco como sí parece que se dio en las cortes absolutistas, sólo las prostitutas siguieran esa moda, que al parecer tenían el hábito de llevar sus senos al descubierto por las calles.
Por supuesto que existieron, también disposiciones legales en cuanto a la vestimenta, pues los moralistas, nunca faltan, ni faltaron en aquellos tiempos; pero según Fuchs, esas disposiciones tenían otras intenciones que, el fin moral en sí mismo; y habría que buscarlas en el hecho de que son menos eficaces en aquellas ciudades en las que el capital comercial ya había arraigado, y se tendía al predominio del libre comercio; pues donde el artesanado local era políticamente dominante, se cumplieron con mayor vigor dichas disposiciones; pues el comercio de las telas, los vestuarios y demás ornamentos provenientes del extranjero, estaría dando cuenta de la existencia de cierta protección aduanera, en beneficio de estos grupos artesanales mancomunados.
Bueno, nada más por hoy. Les dejo esa interpretación última del historiador Fuchs, para que lo piensen, ¿sí? , y si les parece lo discutimos.
Un abrazo a todos.

Nota: Bibliografía utilizada:

FUCHS, Eduard; Historia ilustrada de la moral sexual