"Exhortar a la castidad constituye una incitación pública a ir en contra de la naturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, y toda impurificación de ésta al tacharla de 'impura' representa el verdadero pecado contra el espíritu santo de la vida."

Friedrich Nietzsche

lunes, 28 de enero de 2008

Siguiendo la dirección de la ética sexofóbica en occidente



"La campana de aldea
Le dice con su voz
Al pájaro, que crea" (Ramón del Valle- Inclán)



Hola a todos, les habla el GORRIÓN, otra vez. Me gustaría que repasemos un poco lo visto hasta el momento, en relación a los conceptos que De Marchi observa, sobre la sexualidad. Recordarán que el autor veía dos concepciones claramente identificables en el mundo antiguo sobre el sexo:
1º) Concepción sagrada del sexo;
2º) El sexo como algo pecaminoso asociado a un sentido de culpa.

En Occidente, durante siglos, y hasta no hace mucho tiempo, la moral tradicional se articulaba en esta última categoría. Para los que dudan, aún, de las huellas, o de la pertenencia de los americanos a la civilización occidental, señalaremos que ésta última es fruto de dos grandes tradiciones:
1º) La jurídico-social-cultural grecorromana; y
2º) La religiosa judeo-cristiana.

La fuente directa de la ética y de las costumbres siempre ha sido la religión en todas las sociedades; pero a medida que avanzamos en el tiempo y vemos desvanecerse la impronta, o la fuerza de las religiones en las sociedades, la moral se constituye más bien como una disciplina autónoma y problemática, producto de la secularización (ya hemos hablado de ello en el blog: En búsqueda de los valores occidentales). La ética, como preocupación filosófica, arranca con los griegos (los iniciadores del proceso de secularización en occidente), pues los mismos entendieron de inmediato que, sin el poder de los preceptos religiosos (y sin el peso de los valores de una sociedad tradicional a la que rendir cuentas), el hombre quedaba "a la deriva", o a merced de sus "instintos". Es entonces, cuando, la ética se constituirá como una disciplina autónoma dentro del ámbito filosófico.



Sin embargo, hemos visto ya, como el Imperio Romano de Occidente, a partir del siglo III de nuestra era, se desmoronaba (y junto a él) el legado del mundo clásico. Los valores de libertad, razón, individualismo, sensualismo, etc. que construyera la civilización helena, y que en parte recogiera la civilización romana, se desplomaba en beneficio de una creciente "orientalización": influencia de valores y creencias procedentes de Oriente. Cuando el Cristianismo, luego de tres siglos de persecuciones, logra finalmente imponerse, como religión oficial del Imperio Romano, murieron muchos valores de la antigüedad y afloraron otros. Los extranjeros dejaron de verse como tales, pues todos éramos, al fin de cuentas, "hijos de un mismo Dios", un Dios único, universal, un Dios que era de todos los hombres.
Esta nueva religión tuvo desde sus comienzos, tres puntos muy importantes que, me interesa subrayar, los cuales son:
1º) Pretendía desterrar el odio entre los pueblos (incluso entre sus dogmas se enseñaba a "amar a los enemigos", poniéndole la otra mejilla.
2º) Combatió a los cultos locales que tenían cientos (y quizás miles) de años entre sus creyentes; y con ello, a muchos de los valores que dichos cultos entrañaban.
3º) Desarrolló una concepción pecaminosa del sexo, que legó del pensamiento y de las costumbres hebreas.
Como señala De Marchi, desde las primeras páginas del génesis, donde Adán y Eva cubren avergonzados sus propias desnudeces, a la visita del espíritu santo para fecundar por vía extrasexual a María, se observa que, para ambas religiones la sexualidad es un producto vergonzoso del hombre natural. La sexualidad ha sido siempre un tema tabú e innombrable para ambas religiones; pero lo que es más importante destacar es la pestilente misoginia que se desprende de ambas religiones, en especial de la hebrea. Como dice De Marchi, la "ética y la religión judaica" aparecen desde la iniciación inficionadas de elementos sexofóbicos.




Oigamos estas palabras del Eclesiastés (7, 26): "Más odiosa que la muerte considero a la mujer, cuyo corazón está erizado de trampas y engaños, y cuyas manos son cadenas: quien desee ser grato a Dios deberá evitarla" .
Y ahora, oigamos a De Marchi:
"La virginidad fue exaltada no sólo por las ventajas financieras que su enajenación podía procurar al padre de la virgen (quien yacía con una virgen debía pagar al padre una indemnización) sino sobre todo, por su valor moral (…) Se predicó que debía impedirse a los niños cualquier juego junto a las niñas, evitar la convivencia de la suegra con el yerno por temor a hechos incestuosos, se maldijeron a las cortesanas como portadoras de maléficas miasmas"
También, señala el autor, el temor a la homosexualidad, y el temor a la exposición de la propia desnudez ante personas del mismo sexo. Se consideró pecado monstruoso la vista del padre desnudo, pues cuenta De marchi que, para los judíos- toda la raza negra estaría condenada a la esclavitud, porque su fundador, Cam (uno de los hijos de Noé), penetrando en la tienda del padre, involuntariamente lo sorprendió desnudo. De Marchi, también señala, en este punto, la influencia que los hebreos habrían recibido del mazdeísmo (antigua religión persa).
Dejemos, a los hebreos en paz, antes que alguno me quiera acusar gratuitamente de antisemita, ocupémonos de los Cristianos. En el Nuevo Testamento, las referencias a la sexofobia, son igualmente importantes. En el Evangelio Según San Mateo (V, 27-28) Jesús dice: "Cualquiera que mira a una mujer para desearla ha cometido adulterio con ella en su corazón" .




En el Evangelio según San Mateo, también se lee (XIX, 10-12): "Sus discípulos le dijeron: Si así debe proceder el hombre con la mujer –Jesús había condenado la Institución hebraica del divorcio y proclamado la indisolubilidad del matrimonio- no vale la pena casarse. Pero él dijo: No todos son capaces de comprender lo que decís, sino sólo aquellos a quienes ha sido dado. Porque hay eunucos que han nacido así del vientre de la madre; hay eunucos que a sí mismos se hicieron tales por el reino de los cielos. Quien puede ser capaz de comprender, comprenda".
En la evolución del cristianismo, encontramos posteriormente las palabras de San Pablo, quien en los Corintos dice: "Sería bueno para el hombre no tocar a la mujer", pero para las fornicaciones, cada hombre tenga a la esposa y cada mujer a su propio marido…Digo esto por concesión, no por mandato, ya que quisiera que todos los hombres fueran como yo…" (Corintios, VII, 1-2). Hay que observar, el tono despreciativo del pasaje, como dice De Marchi: "La más profunda y misteriosa comunicación humana es humillada con un lenguaje ultrajante"




La verdad es que durante todo el medioevo, el mundo cristiano de occidente fue invadido por un delirio sexofóbico sin precedentes. La Iglesia, se las ingenió, a través de sus propaladores principales, para construir representaciones gráficas muy ilustrativas del pecado; y de asociar a éste con la figura del diablo, del mal y de la tentación. Una de ellas, fue la del mismísimo demonio, que a través de San Agustín primero, y Gregorio Magno después lograron construir esa imagen de Satanás que aún persiste en nuestra cultura. San Agustín identificó al demonio con las figuras paganas de los silvanos y faunos; mientras que Gregorio, calcó su descripción del dios Pan (con cuernos, pezuñas, barbita).




Paralelamente del desprecio (y temor) por el sexo surgirá un desprecio inaudito por el cuerpo humano (pueden leer, los tres post publicados aquí al respecto), que ha quedado inmortalizado en las palabras de San Bernardo: "El hombre no es otra cosa que esperma fétido, montón de estiércol, alimento de gusanos".
Parafraseando a otro Bernardo: "Lo dejamos aquí", por hoy
Un abrazo a todos.
GORRIÓN pys
Nota: Bibliografía utilizada
1º) De Marchi; Sexo y civilización
2º) Foustel de Coulonges; La ciudad Antigua
Fotografías:
1º) San Pablo.
2º) San Agustín.
3º) Noé con sus hijos.
4º) el dios Pan.
5º) Faunos acechando a ninfas.
6º) El dios Pan.

8 comentarios:

Claude dijo...

Los tres puntos sobre el Cristianismo son muy buenos.
A mi me parece un avance esencial para la identidad occidental la sustitución de la identidad tribal combativa por la identidad humana coexistente.
En cuanto a la idea pecaminosa del sexo en el Cristianismo, eso nunca lo percibí, aunque mi mamá era catequista.
Hay en el Cristianismo un gran desprecio por las normas, los ritos, las convenciones, las ideas meramente rituales de lo bueno y lo malo (el sexo incluido, respecto del cual Jesús fue especialmente absolutorio), que son entendidos como formas fáciles de quedar públicamente bien sin llegar a desarrollar sentimientos y actitudes positivos para con el resto de los seres humanos.
Lo que creo que hay que tener en cuenta del Cristianismo originario es que los tipos organizaban comunidades, armaban—sin distinción de nacionalidad, raza o cultura—grupos de gente en distintos lugares como enclaves de una nueva sociedad más universal y menos problemática, y ordenar el sexo en células familiares debe haber sido algo útil para ellos a tal fin, ya que se cuidaban mucho de las disputas y divisiones sociales, y el sexo siempre fue socialmente problemático y lo seguirá siendo (esto está en la naturaleza del ser humano, más allá de las religiones; de hecho, los ateos también pelean por cosas del sexo).
Después, la presión católica respecto del sexo siempre me pareció orientada a copular y procrear. Es gracioso que hoy en día, en algunos lugares y sectores, el alarde anti-Católico no pasa tanto por el desenfreno sexual como por la negación del sexo o su enfriamiento a niveles poco placenteros, el aborto, las bajas tasas de natalidad, una libido por el piso, etc., mientras el Papa llama a la gente a que se “enamore” (que se caliente un poco, bah).
El problema con estas cosas que es uno (De Marchi, según lo percibo, también) tiende a aplicar estándares del presente a realidades sumamente remotas. Para colmo, si hablamos de una época que carece de los registros modernos como la prensa y un gran número de hombres y mujeres que atestiguan su tiempo, bueno, la cosa se complica un poco más.
Sería interesante comparar las distintas narrativas sobre el Cristianismo para ver si, en cierta medida, no son el fruto de los paradigmas filosóficos de sus épocas.
La citas del Nuevo Testamento no se relacionan con la sexofobia: la indicación de no desear a la mujer no es tal sino una indicación de no desear a la mujer de otro, y eso se explica por la organización del sexo en células familiares; lo de los eunucos que vienen así del vientre tiene que ver con seres de vocación célibe que se dedican exclusivamente a la prédica, la formación de comunidades, etc., y no es algo que se le exija a todos (de hecho, no se le exige a nadie); el pasaje de pablo vuelve a explicarse por lo que ya dije anteriormente: el intento de evitar las disputas y las divisiones nacidas de la desorganización social del sexo (un tema recurrente en las cartas de Pablo); luego, no me parece acertado atribuir al Cristianismo los desvíos medievales (¿por qué mejor no le atribuimos el Renacimiento, que se le parece mucho más?).
Bueno, saludos, Gorrión, y prometo no volver a extenderme de esta manera.

The Shadow dijo...

Claude: En primer lugar, muchas gracias por tu extenso comentario, realmente lo aprecio enormemente. No es mi intención hacer una polémica de cada punto que en el blog se trate. Las posiciones están planteadas, y el punto de vista de De Marchi en relación al concepto de sexofobia (que él inventa, para señalar una actitud muy puritana con respecto a la sexualidad es clara). De todas maneras, nuestras sociedades actuales quizás tengan problemas diferentes a los que aquí se señalan (sólo se intenta aquí, buscar una explicación de las "mentalidades", que han dominado a las sociedades, en determinados períodos históricos, a través de fuentes, documentos e investigaciones de distintas disciplinas (De Marchi es un psicólogo social, por ejemplo). Siempre trato de que quede claro que, quien dice algo es "Fulano de Tal", y no quedar yo, particularmente identificado con las palabras de algunos de ellos; aunque en rigor a la verdad, yo no tengo una buena opinión del cristianismo en general, como ya he dejado claro. En algún momento voy a hablar de los llamados herejes, para mostar que no toda la cristiandad pensaba de esa manera; sin embargo, para mi modesto punto de vista, la sexofobia fue particularmente dominante en la Edad Media, y creo también que, tiene sus fundamentos culturales en la tradición hebrea. Los cátaros, valdenses, de la Alta Edad Media, así como otros grupos heréticos de la temprana Edad Media, sostuvieron posiciones muy distintas a las que finalmente triunfaron.

Bueno, no quiero que ésto se haga muy largo tampoco, sólo respondo para saludarte, en verdad.
Muchas gracias nuevamente, Claude.

PD: En algún momento voy a tratar problemas más actuales, pero por el momento estoy centrado en buscar los fundamentos históticos de los problemas culturales que padecen las sociedades actuales. Ya hablaré, por ejemplo, de un concepto muy reciente al que adhieren ciertos filósofos contemporáneos, y que denominan "postsexualidad", para referirse al impacto de las nuevas tecnologías en la constitución de los sujetos posmodernos: y de la alteración de las prácticas coitales.

Un fuerte abrazo.

MM dijo...

Gorrión. Formidable lo tuyo. Guarda con el copyrigth.

Un no mucho ya tendrás material para un libro que puede ser betseller tanquilamente.

(Claro que para ello vas a tener que berretearlo un poco metiéndole testimonios como hacen todos, para traerlo al presente).

Ya lo veo como lectura obligada el verano que viene!!!

Saludos y gracias por tus comentarios inteligentes en mi humilde blog.

The Shadow dijo...

Mr. Groncho: Es para mí un honor verlo a ud. por aquí.

Muchas gracias. Espero verlo pronto, aquí o en otro encuentro con la misma gente.

Un fuerte abrazo.

GORRIÓN PYS.

PD: Ésto está en Internet, y desde que está aquí, ya no me pertenece.

Nicolás Lucca dijo...

No puedo evitar compartir lo que dijo Claude.
Por otro lado, se bien que las experiencias personales respecto de doctrinas resultan berretas, pero vamos a hacer una excepción. Fui a colegios católicos primaria y secundaria, primero con Jesuitas y después con Lasallanos y debo reconocer que si bien la doctrina de la Iglesia es una sola, la forma de interpretarla y predicarla es bien distinta y depende mucho de cada colectividad o reducción católica.
Los desvíos en la Edad Media y la utilización de herejes me pareció siempre mucho más cercano de hombres corruptos a quienes les molestaba mucho no tener poder.
El sexo en el catolicismo es raro, es cierto. Pero no nos olvidemos que el celibato se impuso cuando ya finalizaba la edad media o posterior (perdón, pero no recuerdo tanto) y fue para poner freno a las orgías que se mandaban ciertos sacerdotes que deseaban a la mujer del prójimo y a cuanta otra se cruce.
Tu exposición es muy buena, excelente diría. Pero lamentablemente todos los que critican a la relación sexo - iglesia no se toman la molestia de averiguar tanto y opinan desde el desconocimiento mientras se meten en terribles puteríos por andar fifando por doquier.
Mi educación fue cero castradora, es más en ambos colegios tuve una educación sexual muy progre para la época y el ámbito estudiantil en el que me manejaba.

Bueno, creo que me extendí mucho, verdad?

Besos!

Anónimo dijo...

Claude y Bruno, no necesitan hacer una apología del cristianismo si tuvieron educaciones ejemplares o particulares. Ustedes son excepciones si recibieron una interpretación distinta de los evangelios o si no sufrieron persecusión o castración. Tengan en cuenta que no es lo que ha pasado durante siglos y tengan en cuenta que así como se manipuló y se desinformó, hoy se sigue haciendo lo mismo en cualquier rincón alejado de las metrópoli más progresistas.

Pero si el tema sexual no fuera tabú, no habría que dedicar estos comentarios, ni siquiera una entrada como esta y ni siquiera un blog que lo trate. No sé si llegan a ver la poderosa influencia de las creencias transmitidas a través de los siglos. Dejan marcas reconocibles.

The Shadow dijo...

Muchas gracias Bruno y Cebolla por sus sinceras opiniones, las aprecio realmente; pero no quiero entrar en la polémica que el post generó; sólo les deseo a ambos que les haya servido un poco para pensar.

Un fuerte abrazo a ambos.

GORRIÓN pys

Anónimo dijo...

Gorrión, yo creo que puede haber polémica, sobre todo en temas tan delicados como este. Hay polémicas más ríspidas y otras más amables. Entiendo que no querés que nos odiemos y nos insultemos. Eso no va a pasar mientras no haya fanáticos ni de un lado ni de otro.

Mi señor padre (que ya pasa los 60 años) recibió una educación católica con misas en latín y con versos del estilo si te masturbás te salen pelos en las manos. Pero esto es sólo una anécdota graciosa, sobre todo en tiempos en que la educación religiosa debe haberse actualizado. Personalmente, no es esto lo que me inquieta, sino la cosmovisión del cristianismo, los valores que imparte y la forma en que ha administrado el poder y el conocimiento.